Reseña de 'Las pérdidas rojas' en El Periódico de Aragón

Reseña de Las pérdidas rojas de Chusa Garcés por el escritor Miguel Ángel Ordovás, publicada en El Periódico de Aragón el jueves 25 de abril: Chusa Garcés elabora un sutil entramado metaliterario con pérdidas rojas.

MIGUEL ÁNGEL ORDOVÁS 25/04/2013

LAS PÉRDIDAS ROJASAUTORA Chusa Garcés
EDITORIAL Pregunta
PÁGINAS 184
PRECIO 12 euros

Hace algunos meses se asomó a las librerías una nueva editorial aragonesa, Pregunta Ediciones, cuyo primer lanzamiento fue el volumen de relatos Las pérdidas rojas, de la oscense Chusa Garcés. A la primera edición de este libro en noviembre del pasado año le ha seguido una segunda en marzo de 2013, con el añadido de nuevos relatos, lo que permite deducir que la respuesta a la pregunta ha sido favorable. Quizá una de las cosas que más sorprenden de este libro es el sutil entramado metaliterario que lo rodea. Su autora ha sabido fundir diversos planos de realidad y ficción hasta construir un edificio en el que los personajes, las voces y aun las historias se referencian unas a otras, sin perder su autonomía pero a la vez ofreciendo unas correspondencias coherentes. La creación ha trascendido incluso las páginas del libro, y la instalación artística The other side of death, mencionada en uno de los relatos, pudo contemplarse en la pasada Feria del Libro Aragonés de Monzón, en la que Chusa Garcés presentó su obra.

En cuanto al contenido de los relatos, su título deja pocas posibilidades de interpretación, y sobre todos ellos planean las efectivamente rojizas sombras de las pérdidas. De esta forma, aunque en algunas de las historias cabe distinguir un leve atisbo de humor, la mayoría de ellas tienen un aliento bastante desesperanzado y tirando a depresivo, e incluso llega a sospecharse que el desahogo o la terapia han estado en su origen. Destaca también la perspectiva femenina que impera en la práctica totalidad de los relatos, hasta en los que Garcés imposta voz masculina, de manera que en este caso hablar de literatura femenina es más una mera descripción que un cliché. Y hablando de clichés: es admirable la vitalidad que la guerra civil puede tener aún en las páginas de algunos escritores.