Portada de Amor, blanco roto, el segundo libro de relatos de Chusa Garcés.
Para Chusa Garcés, el color blanco simboliza la luz, aunque de una manera traslúcida, porque no es un color luminoso. En Amor, blanco roto la esperanza subyace en todos los personajes, lo que importa no es la situación que les toque vivir, sino la actitud con la que se enfrentan a sus circunstancias.
A lo largo de estos relatos, que tratan de la incomunicación, del amor, del erotismo y el deseo como motores del mundo, la autora va tejiendo un universo blanco donde el cromatismo que envuelve el libro va configurando una neblina ficcional, como una fotografía sobreeexpuesta de luz que atrapa al lector y le hace cuestionartse los principios básicos del arte, abriendo nuevas realidades en las que todo puede ser real y no haber ocurrido nunca.
Para Chusa Garcés, el color blanco simboliza la luz, aunque de una manera traslúcida, porque no es un color luminoso. En Amor, blanco roto la esperanza subyace en todos los personajes, lo que importa no es la situación que les toque vivir, sino la actitud con la que se enfrentan a sus circunstancias.
A lo largo de estos relatos, que tratan de la incomunicación, del amor, del erotismo y el deseo como motores del mundo, la autora va tejiendo un universo blanco donde el cromatismo que envuelve el libro va configurando una neblina ficcional, como una fotografía sobreeexpuesta de luz que atrapa al lector y le hace cuestionartse los principios básicos del arte, abriendo nuevas realidades en las que todo puede ser real y no haber ocurrido nunca.
En breve anunciaremos las primeras presentaciones.
La fotografía de cubierta es de David Iturralde.