El viernes 2 de enero el Diario de Teruel publicó en su contraportada una entrevista a Luis Cantarero, psicólogo, profesor y autor de Diario de campo de un psicólogo en un club de fútbol (Pregunta). Podéis leerla en la imagen (haciendo clic para ampliar) y a continuación:
LA ENTREVISTA DE LA ÚLTIMA
LUIS CANTANERO • PSICÓLOGOY ESCRITOR
“Este libro es el diario donde escribía lo que pensaba, lo que sentía y lo que veía”
LUIS CANTANERO • PSICÓLOGOY ESCRITOR
“Este libro es el diario donde escribía lo que pensaba, lo que sentía y lo que veía”
‘Diario de campo de un psicólogo en un club de fútbol’ resume su trabajo como profesional en el Real Zaragoza
Diego Saz
Teruel
Teruel
Luis Cantanero es psicólogo y escritor. Trabaja como profesor en la Universidad de Zaragoza y estuvo durante ocho años en el Campus de Teruel. Desde 2006, y hasta 2014, ejerció su profesión en el Real Zaragoza. Allí fortalecía la mentalidad de los jugadores, entrenadores y de su entorno. Sin embargo, tras su expulsión del club con el cambio de propietarios, decidió escribir Diario de campo de un psicólogo en un club de fútbol, su cuarto libro, una reproducción de su propio diario de trabajo durante los años que estuvo en el club maño. Recientemente, Cantanero presentó el libro en la librería Santos Ochoa de Alcañiz.
-¿Quémuestra en este libro?
-Muestra el trabajo que realicé en el Real Zaragoza como psicólogo desde la temporada 2006 hasta el 2014. Llevaba un diario de campo como instrumento, y eso es el libro. Es el diario donde escribía lo que pensaba, lo que sentía, lo que veía, lo que podía hacer, donde resumía libros que leía. En fin, todo el trabajo cotidiano desde el primer día que entré hasta queme fui.
-¿Aparecen también anécdotas o curiosidades?
-Sí claro, todo. Desde anécdotas hasta las plantillas enteras de los jugadores. Es un documento histórico, pero también acudía a autores para ver lo que decían, para ver lo que yo podía hacer, para aprender, y lo iba escribiendo cada día que trabajaba. Lo iba registrando todo, y cuando me despidieron lo publiqué. Podía haber hecho un libro o una monografía, pero al final decidí dejarlo como diario, porque está dividido por fechas igual que estaba. Entonces, como de eso no hay publicado, decidí dejarlo así.
-Cuénteme alguna de las anécdotas o curiosidades.
-Bueno, a ver, a la hora de publicar este libro un jurista me lo revisó, porque las conversaciones privadas con los jugadores no las he puesto. He escrito con quién hablo, pero no las conversaciones que hablo con ellos. Obviamente esas cosas no puedo decirlas. A veces sí que describo a alguna persona que, en mi opinión, ha tenido mucho que ver con el desastre que es el Real Zaragoza ahora, pero también intento disimularlo para que no se reconozca. Pero bueno, sí que hay descripciones de personas y de hechos, y cuento cosas que han pasado, que justifican por qué hoy el club está como está.
-¿Ha tenido algún problema con el club por publicar este libro?
-No, el club no sé ni si se ha enterado. Me da igual. Sí que tuve algún pequeño problema en alguna institución pública, que no me lo quiso publicar, después de quince meses evaluándolo. Todos decían que era muy bonito y que estaba muy bien, pero hubo cosas que no querían que se publicaran. Entonces una editorial privada a la que estoy muy agradecido, que se llama Pregunta, tuvo el coraje de publicarlo. Es un libro que puede no gustar a algunas personas, porque se dicen verdades como puños.
-¿Cómo comienza a trabajar de psicólogo en el Real Zaragoza?
-En ese momento estaba en la Universidad de Zaragoza de profesor. Y como he jugado al fútbol toda mi vida, un día, Javier Ruiz de Lazcano, que era el director de la Ciudad Deportiva, Chirri, me dijo que si me apetecía trabajar el tema de la psicología en el fútbol, porque había oído que en otros clubes se trabaja y así empecé. Estuve diez temporadas, ocho años, hasta que vinieron los nuevos propietarios y me dijeron que no volviera, y me volví a la Universidad que es lo mío.
-¿Cómo es el trabajo de psicólogo en un club de fútbol?
-Trabajo con los jugadores y con los entrenadores. Con los entrenadores el trabajo es fundamental. De lo que se trata es de generar una mentalidad adecuada para jugar al fútbol. Generar una subjetividad y una mentalidad que permita hacer deporte en general, y afrontar el mundo del fútbol en particular. Se trata de construir una buena mentalidad a través de la interacción que mantienes con los futbolistas, con los entrenadores, con los familiares y con los institutos, porque todo el mundo que rodea al futbolista, contribuye de manera positiva o negativa a esa mentalidad. Una buena mentalidad para jugar a fútbol es tener capacidad para trabajar en equipo, tener capacidades emocionales buenas, tener capacidades cognitivas adecuadas, como inteligencia, toma de decisiones, control de ansiedad, de miedos, superar frustraciones. Todas esas cosas.
-¿Ellos se involucraban en estas sesiones?
-Sí, por supuesto, si ellos perciben que alguien les quiere echar una mano, ellos encantados. Al principio cuando llegué allí, hablamos y entrevisté a todos los jugadores de manera individual. No es que tuvieran nada patológico, pero hablaba con todos ellos y con los entrenadores. También hacíamos sesiones de grupo y trabajaba con los entrenadores delante. Cuando el entrenador se dirigía al grupo, muchas veces estaba allí para ver lo que decían y cómo lo decían.
-Desde que usted se marchó, ¿tiene el club otro psicólogo?
-No estoy seguro. Creo que este año, el nuevo entrenador, Natxo González, ha traído un amigo suyo, pero no lo sé. En mi caso no llegué con el entrenador del primer equipo, sino que formaba parte del club y trabajaba con la totalidad del club. Esto es una cosa que reivindico entre los psicólogos, tiene que haber alguien en el club que esté disponible. No puede venir con el entrenador, porque es muy difícil que los jugadores se sinceren con la mano derecha del entrenador.
-Bueno, a ver, a la hora de publicar este libro un jurista me lo revisó, porque las conversaciones privadas con los jugadores no las he puesto. He escrito con quién hablo, pero no las conversaciones que hablo con ellos. Obviamente esas cosas no puedo decirlas. A veces sí que describo a alguna persona que, en mi opinión, ha tenido mucho que ver con el desastre que es el Real Zaragoza ahora, pero también intento disimularlo para que no se reconozca. Pero bueno, sí que hay descripciones de personas y de hechos, y cuento cosas que han pasado, que justifican por qué hoy el club está como está.
-¿Ha tenido algún problema con el club por publicar este libro?
-No, el club no sé ni si se ha enterado. Me da igual. Sí que tuve algún pequeño problema en alguna institución pública, que no me lo quiso publicar, después de quince meses evaluándolo. Todos decían que era muy bonito y que estaba muy bien, pero hubo cosas que no querían que se publicaran. Entonces una editorial privada a la que estoy muy agradecido, que se llama Pregunta, tuvo el coraje de publicarlo. Es un libro que puede no gustar a algunas personas, porque se dicen verdades como puños.
-¿Cómo comienza a trabajar de psicólogo en el Real Zaragoza?
-En ese momento estaba en la Universidad de Zaragoza de profesor. Y como he jugado al fútbol toda mi vida, un día, Javier Ruiz de Lazcano, que era el director de la Ciudad Deportiva, Chirri, me dijo que si me apetecía trabajar el tema de la psicología en el fútbol, porque había oído que en otros clubes se trabaja y así empecé. Estuve diez temporadas, ocho años, hasta que vinieron los nuevos propietarios y me dijeron que no volviera, y me volví a la Universidad que es lo mío.
-¿Cómo es el trabajo de psicólogo en un club de fútbol?
-Trabajo con los jugadores y con los entrenadores. Con los entrenadores el trabajo es fundamental. De lo que se trata es de generar una mentalidad adecuada para jugar al fútbol. Generar una subjetividad y una mentalidad que permita hacer deporte en general, y afrontar el mundo del fútbol en particular. Se trata de construir una buena mentalidad a través de la interacción que mantienes con los futbolistas, con los entrenadores, con los familiares y con los institutos, porque todo el mundo que rodea al futbolista, contribuye de manera positiva o negativa a esa mentalidad. Una buena mentalidad para jugar a fútbol es tener capacidad para trabajar en equipo, tener capacidades emocionales buenas, tener capacidades cognitivas adecuadas, como inteligencia, toma de decisiones, control de ansiedad, de miedos, superar frustraciones. Todas esas cosas.
-¿Ellos se involucraban en estas sesiones?
-Sí, por supuesto, si ellos perciben que alguien les quiere echar una mano, ellos encantados. Al principio cuando llegué allí, hablamos y entrevisté a todos los jugadores de manera individual. No es que tuvieran nada patológico, pero hablaba con todos ellos y con los entrenadores. También hacíamos sesiones de grupo y trabajaba con los entrenadores delante. Cuando el entrenador se dirigía al grupo, muchas veces estaba allí para ver lo que decían y cómo lo decían.
-Desde que usted se marchó, ¿tiene el club otro psicólogo?
-No estoy seguro. Creo que este año, el nuevo entrenador, Natxo González, ha traído un amigo suyo, pero no lo sé. En mi caso no llegué con el entrenador del primer equipo, sino que formaba parte del club y trabajaba con la totalidad del club. Esto es una cosa que reivindico entre los psicólogos, tiene que haber alguien en el club que esté disponible. No puede venir con el entrenador, porque es muy difícil que los jugadores se sinceren con la mano derecha del entrenador.