La web DesdeMonegros publica una entrevista a la escritora Marta Armingol, con motivo de la presentación de su primera novela, Los días blancos, en Sariñena. Podéis leer la entrevista en este enlace y a continuación:
«Me cuesta creer que soy la protagonista de esta historia»
Marta Armingol presenta su primera novela en Sariñena.
Marta Armingol, con su primera novela.
Marta Armingol, natural de La Cartuja de Monegros, presenta este
miércoles, a las 20.00 horas, su primera novela, 'Los días blancos', una
historia sobre las posibilidades de la redención. El acto, de entrada
libre, tendrá lugar en el salón del edificio cultural de la plaza Mezín
de Sariñena.
Hace un año nada sabíamos de usted. En 2017, ganó el Certamen
de Relatos Cortos Tierra de Monegros y ahora, presenta su primera
novela. ¿Siente qué es su momento?
Se trata del año que esperaba o, al menos, el que deseaba, es decir,
ese con el que sueñas sin saber si un día llegará. El camino de la
literatura es muy complicado, ya que hay mucha gente que escribe y que
hace cosas muy buenas. Al final, ha llegado mi oportunidad y sin duda,
estoy muy feliz, aunque todavía con la sensación de ser una mera
espectadora de todo lo que está ocurriendo. No me acabo de creer que soy
la protagonista de esta historia.
Aquel relato premiado con el que se dio a conocer hablaba de
una mujer que decide dar marcha atrás y tras unos años en Madrid, opta
por volver a casa, igual que usted. ¿Habla de su propia experiencia?
Solo hay dos aspectos autobiográficos, el punto de partida y llegada,
ya que yo estuve en Madrid y decidí volver a Los Monegros, y la
sensación de la protagonista cuando sale de la autovía, que asocié con
una libre asustada, que huye de las luces y el ruido. Madrid te
desborda, especialmente cuando vienes de un lugar como nuestra comarca,
donde la densidad de población es equiparable a la de un desierto
demográfico. Todo lo demás es ficción.
También habla de retornos en su primera novela, 'Los días blancos', ¿cuál es el argumento?
La novela es una historia sobre las posibilidades de la redención. El
protagonista es un muchacho de buena familia que ha tenido una vida muy
fácil y al que le llega el momento de pagar por uno de sus errores. El
joven es condenado a realizar trabajos sociales y allí conoce a un
peculiar barrendero, que siempre camina hacia atrás, mostrando un camino
diferente. A partir de allí, el protagonista comienza a reconstruir su
vida, aprende a verla desde otro punto de vista, intenta rehacerse. Hay
una frase que se repite en el libro: "a volver también se aprende".
¿Qué trata de decirle al lector?
Hablo de la necesidad de pararse y retomar. La actual sociedad nos
empuja a cabalgar hacia adelante. A veces volver a un punto de partida
nos ofrece nuevas posibilidades de salida. La novela también incluye una
crítica social vinculada a la crisis económica que hemos vivido,
derivada de la relación entre los grandes magnates de la construcción y
los políticos, de esa ansia de dinero y poder, capaz de corromperlo
todo. Para vivir, no es necesario tener tanto, a veces, una ambición no
económica, es decir, más personal nos conduce a mejores sitios.
Entonces, como buena profesora, nos deja una lección...
Sí, esa podría ser la moraleja, ya que se trata del cambio que
experimenta el protagonista, que entiende que lo que tenía era mucho,
pero no era lo que quería realmente.
¿Y Los Monegros? ¿Aparecen en su novela?
La ciudad en la que discurre la acción no tiene nombre, aunque está
inspirada en una real, en la que yo también obtuve mi propia posibilidad
de redención. Aunque siempre hay aspectos que me llevan a Los Monegros,
el único lugar reconocible de nuestra comarca es la llamada ciudad de
los satélites, que está inspirada en la urbanización fantasma de la
localidad de Perdiguera, un lugar que siempre ha llamado mi atención
desde la carretera, ya que es una urbe desierta en la que irradian
muchas lunas.
Ahora trabaja como profesora de secundaria y formación
profesional, aunque es licenciada en Administración y Dirección de
Empresas. Nada que ver con la literatura.
Mi madre me dijo que hiciera una carrera con futuro, ya que era
consciente de las dificultades de ganarse la vida escribiendo, aunque
eso es lo que yo siempre he querido hacer. Por ello, al tener ahora el
libro en mis manos, todavía creo estar soñando; es algo que he imagino
desde niña, pero que dudaba de que pudiera llegar a ser una realidad.
¿Cuánto le ha costado llegar hasta aquí?
Mucho. El libro lleva escrito dos años. El impulso definitivo fue el
premio del Certamen de Relato Corto Tierra de Monegros, ya que se trata
de un concurso muy importante, con un jurado de calidad y prestigio, el
aval que necesitaba. Al obtenerlo, la editorial Pregunta sacó el
manuscrito del armario, leyó mi texto y decidió publicar la novela.
Ahora que está lanzada, ¿aprovechará el tirón? ¿Ya ha comenzado algún nuevo proyecto?
Tengo muy estructurada la segunda novela. Me falta dedicar un poco
más de tiempo a la labor de investigación y tras ello, espero lanzarme a
la escritura, un proceso que irá más o menos rápido, ya que el libro ya
está en mi cabeza y en esta ocasión, tendrá muchas referencias a Los
Monegros.
Quizá sobre los pueblos de colonización...
Sí, aunque seguiré con la idea de no señalar un lugar concreto, para
que la acción pueda desarrollarse en cualquiera. Hay pueblos de
colonización en toda España, que tienen una base muy similar y por lo
tanto, habrá cosas muy cotidianas para todos. Aunque está en mimbres, me
gustaría contar una historia que nos hable de qué han hecho aquellas
mujeres para que nosotras seamos como somos.
19/09/2018