Reseña de 'Catorce' por Ricardo Díez Pellejero

El escritor Ricardo Díez Pellejero publica en su blog una reseña de Catorce, la nueva novela de Paula Figols. Podéis leerla en este enlace o a continuación:

https://ricardodiezpellejero.wordpress.com/2020/09/08/catorce-o-el-otro-ansu-fati



Catorce o el otro Ansu Fati
En las últimas tardes del verano, en las piscinas de Morés [donde todo parece tener un sitio y las partidas de rabino se alargan hasta el declinar de la tarde, las familias extienden sus sillas y toallas donde se colocan las familias, y los adolescentes, que son otros distintos a aquellos que viera cuando llegué hace 13 veranos, ocupan el sitio de los adolescentes (ese sitio para los que hacen más ruido con su música o saltan y se empujan peligrosamente desde el mismo borde), mientras que los desplazados han encontrado refugio en el espacio en la que se agrupan las parejas jóvenes o han dado ya el salto hasta el rincón de las familias...] he ido dando cuenta de muchos libros pendientes. Uno de los volúmenes que he degustado bajo los plátanos de sombra ha sido Catorce, de Paula Figols y, viendo este fin de semana la exhibición de Ansu Fati con la selección española absoluta, no he podido demorar más la escritura de esta recomendación de lectura. Más cuando esta novela trata de eso: de lugares que venimos ocupando desde hace mucho tiempo y cuyo orden y secuencia convendría revisar.
Figols, en esta su segunda novela, nos presenta la historia de uno de esos menores no acompañados ─los “menas” ─, que cruzan el estrecho desde Marruecos para buscar una vida mejor del lado norte del Mare Nostrum que, recalcando la obviedad, les es ajeno: no están invitados. En Catorce, además de narrarse la particular odisea de su protagonista, Karim, se cuenta la historia de la miseria, de la falta de oportunidades, la de la avaricia, la radicalidad, la inmisericordia, pero también la de generosidad, la amistad, la solidaridad, la determinación..., a través de las vivencias de sus personajes. Con una prosa sencilla y cercana ─que me atrevería a decir que es marca de la casa─, la escritora y periodista zaragozana, escapa de la crónica para adentrarse en un relato armado con frases cortas y bien pulidas, que van poniendo las traviesas y raíles sobre las que avanzarán las emociones que, a la postre, son la locomotora que arrastra la búsqueda de Karim. Para cimentar su obra Paula Figols huye de la linealidad y ofrece al lector la visión a través de un gran ventanal que es un mosaico de voces y colores hacia esas vías. Estas láminas de vidrio ─las voces de los distintos protagonistas─ proyectan sus diversos colores sobre Karim, sobre sus sueños, sobre sus realidades... armando un avance entrelazado y rico en matices, que lleva al lector hacia el momento en el que el tiempo del libro termina y el expreso de la reflexión parte, dejando tras de sí la estela de un humo y de una ausencia que exigen cierta reflexión de quien contemple la escena.
Karim, al igual que Ansu Fati, es un joven extranjero y muy bien dotado para el futbol, y eso es algo que él sabe puede cambiar el trayecto vital de su vida y hacerle pasar de la soledad de la patera al vagón de primera, arrastrando a su familia con él hasta el paraíso. ¿Cuántos otros Ansu y Karim ha de haber fuera de estas páginas? ¿Cuántos sueños se cumplen y qué otras odiseas hay hasta que cada uno llega a su Ítaca o no? No han de ser pocos, pero ojalá que aquellos también encuentren la mirada aguda, piadosa y certera de Paula Figols para que su aventura pueda ser compartida, recordada y servir de herramienta para comprender y acercarse más a un prójimo del que nos separan catorce kilómetros y otros tantos siriómetros de incomprensión y prejuicio.